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HISTORIA DE TU PUEBLO BISCUCUY

 

La manera mas sencilla de conocer los pueblos corresponde a las simpaticas historias, legadas de generacción en generacion a través de narraciones orales, estructuradas en mitos y leyendas que, hoy por hoy, reciben el nombre de folklore. Como dice el cantautor Dámasio Delgado en boca de dos de sus personajes, uno de los cuales él ismo encarna en su recopilación  "La leyenda del silbón".

 

Bueno para hablar de donde nace biscucuy nos remontaremos al año 1777  donde el Obispo Don Mariano Marti, por medio de los misoneros capuchinos, recidenciados en la poblacion de los Humocaros del Estado Lara, reunieron Varias Familias Indigenas como eran: Los timoto-cuicas, Escuqueyes,Chabas, Biscucuyes y Cambambas (estos ultimos pertenecientes a la gran familia de los Gayones que habitaban en las serranias de los estados Lara y Portuguesa); con ellos fundaron un asentamiento campesino en la margen del río Saguaz, al pie de la serrania de la Portuguesa, Con el nombre de San Antonio de las Playas de Biscucuy.

 

Donde nacen los rios, donde las flores multicolores tienen alfombras de petalos....Asi es Biscucuy ... un pueblo que ve nacer el pie de monte andino, a solo 45 minutos de la capital del Estado Guanare, en la via hacia los andes venezolanos, sus moradores tradicionalmente caficultores impulsan la economia en base al "Grano de Oro", el cafe mas puro y rico de la región.

 

 Históricamente los Biscucuyenses, nos sentimos inmensamente orgullosos, ya que nuestro libertador Simon Bolivar, Pernoctó en nuetro pueblo la noche del Miercoles 30 de Junio de 1813, durante la gloriosa Campaña Admirable, en su victorioso avance hacia Guanare y Barinas según versión de la Academia Nacional de la Historia... La mezcla cultural de los Llanos y los andes con un póquito de las costumbres y tradiciones Larences,da a los Biscucuyenses una situación muy especial, que se refleja en su dialecto, sus refranes, su musica sus costumbres.La policromía del paisaje de "eterna primavera", junto con el agradable clima de frescura de la bienvenida al visitante que nos honra con su presencia. 

CALLE DONDE ESTA LA IGLESIA SAN ANTONIO

ASÍ SE VEÍA BISCUCUY ANTES

VIEJO PAN DE POBRE

HISTORIA MAS...

 

La Playa de Biscucuy, como originalmente se llamó, fue el resultado de la creación de 12 encomiendas, que el Gobernador de Venezuela, Diego de Osorio entrego a varios vecinos de El Tocuyo en el año de 1596. En 1620 el Gobernador de la Provincia, Francisco de la Hoz Berrio, visito la region, en una gira de fundación, y ordena que todos los indios dispersos sean agrupados en un solo sitio, en el que se formó el pueblo de Chabasquen. Su primer cura fue el Presbitero Don Nerio Chabas. Para 1778 existía una población de 2358 personas entre indios y blancos, quienes se dirigieron al Gobernador Ecleciastico el Obispo Don Mariano Martí (España * 1720- Caracas + 1792), para que erigiese allí una parroquia. Aceptando sus peticiones, se construyó una nueva iglesia, y se crearon nuevo acentamientos, como Santo Domingo, Pozo Hondo y Las Cruces.

 

PATRIMONIOS

 

Desde 1991 la Alcaldía de este municipio inició un programa para recuperar y mantener las principales estructuras y memoria intangible que identifican la cultura de Biscucuy, desde entonces ha declarado Patrimonio Municipal.

 

 

•Casa de la Cultura "Guillermo Gamarra Marrero" 

•Árbol de Pan de Pobre, ubicado en la Plaza Bolívar 

•Árbol de Samán, ubicado en la calle Sucre, sector La Montañita 

•Balneario Río Saguaz, ubicado en la carretera Biscucuy - Chabasquén 

•Mural Escultórico, de la fachada del Palacio Municipal 

•Nieto del Samán de Guere, plantado la Plaza Bolívar de Biscucuy 

•Revista Grano de Oro 

•Monumento "Presencia de Bolívar en Portuguesa" 

•Agrupación Musical "Golperos de Saguaz" 

•Agrupación Cultural Via Crucis Viviente 

•Centro de Convenciones "Argimiro Gabaldón" 

•Mural Pictórico del escenario de la U.E.N Guillermo Gamarro Marrero, obra de Argimiro Gabaldon. 

 

 

                  

 

 

ANTIGUA PLAZA BOLIVAR

ARGIMIRO GALBALDON

 

Argimiro Gabaldón tenía apenas 45 años cuando lo alcanzó la bala que le quebró la vida. Más que la muerte le dolió morir de bala amiga, morir a destiempo, morir cuando apenas se iniciaba el camino duro del que tanto había hablado y para el cual tanto se había preparado. Había nació en 1919, parteado por su propio padre el General Rafael José Gabaldón, en su hacienda Santo Cristo, en plena tierra larense. Y fue en El Tocuyo 19 años más tarde cuando sobre un bancal de arena, a orillas del río, empeñó su palabra comunista con el futuro.

 

Allí inició una participación política que no cesó sino cuando la bala equivocó su cauce para irse a anclar en su corazón combatiente. Las actividades políticas lo llevaron a Caracas y a incorporarse en las luchas estudiantiles y en las huelgas organizadas por la Federación de Estudiantes de Venezuela. Para ese momento Chimiro era nadador, jugador de béisbol, pescador, cazador y excursionista incansable. Dicen quienes lo conocieron que jamás perdió una pelea a puños, pero que jamás cazó una que no tuviera razón de ser. Una vez bachiller se fue a Argentina a estudiar arquitectura.

 

En el tercer año de su carrera, detuvo su visión arquitectónica para adentrarse en el mundo de la pintura, la literatura y el arte. Y con su morral al hombro se fue a Brasil. Regresó a Venezuela en 1945 a desandar los viejos caminos. A sus destrezas físicas, Chimiro sumó su pasión por el periodismo, la novelística, el cuento y la poesía. Entendió que había que conocer la historia de su país para poder actuar sobre ella, y se dedicó a formular preguntas y a encontrar respuestas.

 

A la hora de la lucha contra el perezjimenismo, fue el primero en plantear que no se trataba sólo de cambiar al dictador por otro gobernante, sino que había que ir a la raíz de ese acontecer para que los cambios fuesen trascendentes y no formales. Fue entonces cuando comenzó a discutir la tesis de la necesidad de la lucha armada, como respuesta a un gobierno represivo y criminal. Y cuando llega el año 1958, comienza a ver con cierto recelo las políticas de unidad impulsadas por el Partido Comunista. A la hora del III Congreso del PCV, fue quien planteó la necesidad de ir hacia otras formas de lucha. Es el inicio de la experiencia guerrillera en Humocaro y también las primeras derrotas.

 

Desde fines del 61 hasta el 13 de diciembre de 1964, Chimiro estuvo al frente de esa lucha. Y en ese proceso le tocó vivir los vaivenes de unos dirigentes que se amoldaban a las circunstancias, antes que analizar histórica, táctica y estratégicamente la realidad sobre la que actuaban. Para Argimiro, en cambio, quien desde un principio se dedicó a actuar y a escribir sobre lo actuado, a entablar una lucha a la vez que estudiar sus posibilidades, las causas de su fracaso, las condiciones de su existencia, el ser combatiente significaba ante todo ser fiel a una condición, ante cualquier adversidad. La lucha guerrillera para Argimiro, era una forma de la lucha de masas, y sin la gente, sin el pueblo, carecía de sentido. Su raigambre venía de sus vínculos con la tierra, con la gente, con el café que se tomaban y las carencias que sentían. No era un acto improvisado sino una concepción de lucha, de vida y de futuro. Su objetivo: crear conciencia.

 

Avanzar espacialmente sobre el enemigo, siempre y cuando el espacio conquistado lo fuese en la conciencia y en la organización., para poder dar respuestas que perduraran en el tiempo y en la historia. Aquí, sin embargo, se pasó de una táctica a otra, acomodándola a las circunstancias, improvisadamente, sin que mediara el análisis de lo ocurrido, ni las grandes líneas de lo que habría que proponerse. En el 58, se propuso la unidad con quienes habían excluido al Partido Comunista de la política venezolana. Ya para el 61 Argimiro estaba en las montañas de Lara. En la ciudad, Unidades Tácticas de Combate, las llamadas UTC, hacían acciones urbanas, sin preparación, maquinaria ni orientación. Allí quedaron muchos compañeros, heridos de una muerte que no les correspondía. Luego, ante la creciente violencia gubernamental se intentó dar respuesta una alianza cívico-militar para intentos de golpe fallidos y muy costosos, como lo fueron el Guairazo, el Porteñazo, el Carupanazo, golpes materialmente permitidos para que el blanco fuese más fácil de distinguir y el objetivo aniquilador más seguro. Y así lo fue. Y cuando eso fue insuficiente, se pasó a la guerra larga y prolongada, siempre siguiendo un guión ajeno, llevando a las montañas, las filas y los ríos, a muchachos de la ciudad, que sólo tenían para armarse de mucho valor, rebeldía y un sueño de cambiar el mundo.

 

Nadie les explicó las rutas, las perspectivas. A muchos se les hizo creer que en poco tiempo amarrarían los lazos de sus caballos en las verjas de Miraflores, como lo hicieron los combatientes de la gesta cubana. Pero no había verjas, ni caballos, ni caminos, ni tiempo determinado para una lucha librada a punta de valor, sacrificio y entrega. Y también de negociaciones, conciliaciones y traiciones.

 

 

                  

 

 

MAURO MEJIAZ EN SU TALLER

 

Nace en Biscucuy, pueblito del Llano venezolano,el 22 de noviembre de 1930, de madre india y de padre de descendencia italiana.


Transcurre su infancia y parte de su adolecencia en el medio de las costumbres del llano.

 

Su madre analfabeta tenía mucho talento manual para la producción de artesanías como pequeñas esculturas de algodón y madera para los nacimientos.


Murió muy temprano. Melania, su abuela, se encarga de la educación del joven Mauro después de un periodo de nomadismo que lo llevó a Guanare.

 

Siendo un niño de 13 años, huyando los constantes maltratos de su tía Juana,Mauro partió definitivamente de su casa, siguiendo un grupo de hombres que arreaban ganado. Se detuvo en Guacara cerca de Valencia.


Allí conoció a Pedro Velíz, un bodeguero muy noble y enjunto que lo adoptó, lo puso a trabajar en el negocio, le dio casa y lo mandó a la escuela, siendo, pues,un personaje decisivo en la vida de Mejíaz.


Seis años más tarde, en 1947, Velíz se traslada a Valencia donde abre un botiquín y se lleva consigo al adolescente, a quien se le dejaba tiempo para dibujar cuanto quería con la venia de esa figura paterna.


El pintor Braulio Salazar quien iba al negocio, le dio ánimos al joven para estudiar pintura y para que se acercara sin timidez al medio artístico.

Para sobrevivir, Mauro jugaba y apostaba al billar y otros juegos. "El dibujo -dirá Mejíaz- era para mí como el lenguaje, una cosa tan natural que nunca hubiera podido imaginar que pudiera ser una profesión". El adolescente Mauro, nutriéndose de estampas de libros escolares, de reproducciones de periódicos y revistas, ejercía al lado de varios oficios saltuarios, el trazado de enseñanzas populares como los carteles o anuncios de las casas comerciales de Valencia.


Su labor le permitira reducir los años de obligatorio aprendizaje en la Escuela de Artes (1948-1952).

 

Enseña historia del arte en un colegio de monjas y se convierte en profesor asistente de la escuela con un magro sueldo, además de mantener sus actividades como cartelista de cine, publicista, decorador de las carrozas de Carnaval y de fastos públicos religiosos, mientras devora toda la información que cae bajo sus sentidos sobre esoterismo, parapsicología y ciencias ocultas.
Hablando de su arte Mejíaz dirá : "Mi único maestro, Braulio Salazar me enseñó la técnica y el dibujo a la perfección. Todavía conservo ese apego a la técnica no solo a nivel de acabado sino en la consistencia de la obra, en su perdurabilidad, el tiempo máximo en proporción a la materia con la que es realizada".


Sus esfuerzos empiezan a dar sus frutos. En 1952 Mejíaz presenta su primera exposición individual en el Hotel Carabobo de Valencia, expone en el Salón Oficial Anual de Arte Venezolano en el Museo de Bellas Artes de Caracas y obtiene dos meritorios galardones :el Premio de Pintura y el Premio de Escultura del Club de Leones en el Salón Arturo Michelena del Ateneo de Valencia.


Ya la operatividad de Mejíaz se hace indetenible : varias veces exhibe sus obras en el Salón Anual Planchart de Pintura. Sin embargo, su pintura comienza a alarmar y a ser incomprendida.Dos vertientes artísticas lo inquietan. Una de ellas deriva del muralismo mexicano,correlato de la Revolución, dándose origen al nativismo del siglo XX en Latinoamérica de algún modo anunciado por el costumbrismo de la centuria anterior,se trata de una combinación sintética de la representación de lo autóctono etnográfico y la denuncia del orden social se había expandido por toda Iberoamérica con autores como Sabogal, Berdecio, Kingman,Guayasamín,Portinari, Cavalcanti, Berni y en Venezuela Hector Poleo, Gabriel Bracho, Armando Barrios, César Renginfo, José Dávila, Carlos Cruz Diez y Mauro Mejíaz.

 

….. El andar de una vida

La otra corriente es onírica, imaginaria, cercano al surrealismo cuyos finos filamentos unen el cielo y la tierra.


Gran parte de esta corriente de pintura desviaran en las próximas decadas hacia el surrealismo influenciado por Tanguy y Dalí. Mauro Mejíaz se recogerá sobre él mismo durante un periodo llamado " visceral ", porque las imágenes de su pintura son órganos y articulaciones internos. A pesar de la intensa actividad que despliega Mejíaz participando en numerosas exposiciones colectivas, lo llamarón en Barcelona para fundar y dirigir la Escuela de Artes Plásticas, a lo cual añade el encargarse de la páginal cultural del diario Antorcha. Sus lecturas están dirigidas hacia el esoterismo : Swedenborg, Madame Blavatsky, Novalis y otros autores Como lo explica Alain Bosquet, a partir de 1955 aparece una obra muy personal que marca los jalones de un auténtico inicio de pintor.Traduce sus aspiraciones profundas y determinara su técnica casi de una manera exclusiva en lo sucesivo e irrevocablemente. Mauro Mejíaz considera que el pincel es rey y que con una tenue capa de pintura tradicional puede expresar todo su mundo íntimo sin recurrir a artificios revolucionarios ni a pujas fáciles.Su novedad, y de ello es plenamente consciente, estriba en su inspiración onírica y no en el empleo de recursos chillones o extravagantes. En cuanto a su universo interior es tan imposible de comprobar como profusa su significación : es una visión tan original como incalificable para que pueda prevalecer ninguna apelación exclusiva, pintura fantástica que no responde a la definición de lo fantástico, surrealismo en disconformidad con sus divisas, pintura onírica que se contenta pura y simplemente de registrar los sueños.

 

 

                  

 

 

GALERIA DE FOTOS DE BISCUCUY DEL AYER

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